La propuesta fue mantener la línea del gimnasio anterior, utilizando marcos metálicos de sistema tubest se logró así una gran limpieza espacial. La estructura de acero soporta la gran luz del recinto, los cuales a diferencia del pabellón anterior, quedan dentro de los limites existentes del edificio. Una de las ideas principales fue concentrase en lograr una unión limpia entre el colegio existente y el nuevo gimnasio, esto fue mediante una marquesina de estructura metálica de vigas doble T a la vista, evocando un lenguaje moderno y manteniendo así una sola altura entre ambos edificios. Una vez más basándonos en nuestra experiencia en Japón es que en el interior se priorizó la simpleza de los materiales, se usó como línea principal la mezcla entre lo blanco y la madera con el fin de resaltar el juego de vanos con la techumbre y la multicancha.